Se ha reducido la contaminación atmosférica gracias al Covid-19.
Fábricas cerradas, autopistas vacías, calles desérticas… son estampas que se repiten en todo el mundo a medida que la pandemia de coronavirus avanza.
El parón brusco de las actividades humanas tiene un gran beneficiado: el medio ambiente. El descenso de la cantidad de desplazamientos en vehículos a motor, la disminución de la producción industrial y el consumo se traduce en menos contaminación, aguas más limpias y cielos más claros. Desde China hasta Venecia, Barcelona o Madrid, estos son algunos de los efectos secundarios positivos de la crisis sanitaria.
Descienden los niveles de partículas nocivas presentes en la atmósfera de Jaén.
Un análisis realizado por la empresa granadina Graniot sobre la calidad del aire en varias provincias de Andalucía, destacan a Jaén como uno de los territorios de la región con menor densidad de NO2 en marzo de este año.
Según el portal web El Tiempo.es, todas las estaciones de medición de Jaén mostraron ayer índices que se situaban en una calidad “satisfactoria” y sin riego para la salud.
En Madrid y Barcelona, aire más puro.
Según datos del consistorio de la capital de España, la ciudad ha reducido considerablemente los niveles de contaminación atmosférica. Por su parte, en Barcelona los datos de la Generalitat indican que las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) se redujeron a la mitad tras solo tres días de confinamiento.
Con el transcurso de los días, las grandes ciudades de España han ido liberándose poco a poco de los malos humos, según datos oficiales.
Es paradógico que sea una pandemia la que reduzca la contaminación en todo el mundo, porque esto quiere decir que al estar todas las población en sus casas respetando la cuarentena y fábricas cerradas, el planeta se ve libre de contaminación, por tanto esto debe hacernos reflexionar si no somos las personas las mayores causantes de todos los males que sufre el mundo.
El parón brusco de las actividades humanas tiene un gran beneficiado: el medio ambiente. El descenso de la cantidad de desplazamientos en vehículos a motor, la disminución de la producción industrial y el consumo se traduce en menos contaminación, aguas más limpias y cielos más claros. Desde China hasta Venecia, Barcelona o Madrid, estos son algunos de los efectos secundarios positivos de la crisis sanitaria.
Descienden los niveles de partículas nocivas presentes en la atmósfera de Jaén.
Un análisis realizado por la empresa granadina Graniot sobre la calidad del aire en varias provincias de Andalucía, destacan a Jaén como uno de los territorios de la región con menor densidad de NO2 en marzo de este año.
Según el portal web El Tiempo.es, todas las estaciones de medición de Jaén mostraron ayer índices que se situaban en una calidad “satisfactoria” y sin riego para la salud.
En Madrid y Barcelona, aire más puro.
Según datos del consistorio de la capital de España, la ciudad ha reducido considerablemente los niveles de contaminación atmosférica. Por su parte, en Barcelona los datos de la Generalitat indican que las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) se redujeron a la mitad tras solo tres días de confinamiento.
Con el transcurso de los días, las grandes ciudades de España han ido liberándose poco a poco de los malos humos, según datos oficiales.
Es paradógico que sea una pandemia la que reduzca la contaminación en todo el mundo, porque esto quiere decir que al estar todas las población en sus casas respetando la cuarentena y fábricas cerradas, el planeta se ve libre de contaminación, por tanto esto debe hacernos reflexionar si no somos las personas las mayores causantes de todos los males que sufre el mundo.
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