Actores con discapacidad se integran en el escenario
"En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…", la voz de Pili García, 39 años, llena la sala durante el ensayo. En el escenario sus manos no tiemblan y mantiene la cabeza alzada y firme. Ni rastro de su síndrome de Williams. "Para Pili el teatro es la vida. Si nos pudiéramos dedicar el día entero a esto, Pili no tendría momentos malos", explica Almudena Santos, directora de la compañía de teatro Luna y Tramoya, integrada por actores con alguna discapacidad intelectual.
En la misma línea pero más tajante, Carlos de Matteis, el director de Plot Point, asegura que muchos de los espectadores se liberan del prejuicio de pensar que los discapacitados "tienen que estar en su casa viendo la televisión". Luna y Tramoya ha recorrido, además de teatros de toda España.
FUENTE:
Realizado por Rocío Simón Aguilar
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