Eric Djike se ha visto forzado a huir de su país porque el líder de una tribu mató a su padre y ahora lo persigue a él. No, no estamos hablando de una película de acción. Esta es una historia real que debería hacernos replantear varias cosas. Eric tuvo que escapar de África para sobrevivir, pudo cruzar la frontera y llegar a España, donde vivió en la calle durante un tiempo. Se alimentaba de lo que la gente que pasaba por su lado le daba, mientras acarreaba las secuelas físicas y psicológicas causadas por la agresión que había sufrido.
Pero esta historia tiene un final feliz. Eric fue acogido por RAIS, una fundación que gestiona en Madrid, Murcia y Córdoba varias casas para personas sin hogar que necesitan un lugar adecuado en el que poder recuperarse. Gracias a ellos, Eric está recibiendo tratamiento psicológico, lleva varias operaciones hechas y ha vuelto a trabajar.
En este centro, las viviendas están totalmente adaptadas a las personas. Por otra parte, el objetivo que tiene es que los residentes reduzcan sus visitas a urgencias. Les consiguen citas con especialistas, les ofrecen talleres de orientación al empleo, psicólogos, etc. Sin embargo, nadie está obligado a usar todos los recursos, cada persona tiene su ritmo y decide por sí misma.
La labor que hace esta fundación es increíble a la par que admirable. Las personas que acuden a ella tienen la oportunidad de tener una vida digna y ser felices. Sin embargo, es una pena que estas viviendas sean tan pocas. Debería ser un recurso público y extenderse a más ciudades porque es muy necesario. Vamos a sensibilizarnos más y no mirar para otro lado cuando vemos una injusticia.
Noticia realizada por Fiorela Saravia Vargas y Raquel Aranda
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